lunes, 31 de diciembre de 2012

LO QUE LES UNE

Aunque no se conocen, hay algo que les une. Cualquier otro día del año, Jesús López Terradas y Javier González (personaje este último común, pero ficticio) serían dos ciudadanos anónimos a los que no prestaría atención  ningún medio  de comunicación. Pero hoy es 31 de diciembre, un día especial para los dos. Jesús es el maestro relojero que cuida y mima el reloj de la puerta del Sol para que cada día de fin de año nos comamos las 12 uvas sin sobresaltos. Javier es un jogger que hoy correrá su primera San Silvestre, su primera popular. Jesús, igual que un maratoniano, va preparando poco a poco, durante todo el año  su gran momento. Seguro que los veinte segundos que transcurren desde que suenan los cuartos hasta que lo hace la última campanada los vive con el mismo nerviosismo que Javier los interminables minutos que tendrá que aguardar junto a otros 39.000 corredores para tomar la salida junto al Santiago Bernabeu. Del maestro relojero espero que siga cuidando el reloj de Losada muchos años más. De Javier, que disfrute de la carrera, deje de ser jogger y aprenda que lo que separa a los jogger de los maratonianos,  es la capacidad de sufrimiento. Lo que une a ambos es la ilusión. Feliz 2013 amigos.

viernes, 21 de diciembre de 2012

LA SEÑAL

HISTORIA BASADA EN HECHOS REALES
En otoño me gusta más si cabe correr por El Retiro que el resto del año. Si llueve la humedad hace que se intensifiquen los olores y es el único sitio que tengo cerca de casa en esta locura que se llama Madrid-capital si no me desplazo a la Casa de Campo. En los auriculares de mi MPnosecuantos suenan los Ramones, hoy toca caña. Mientras corro, miro mis Nimbus 13 que van pidiendo su jubilación poco a poco, pero saben que tienen que aguantar hasta que lleguen sus hermanas 14 de la gama primavera-verano 2013: las amarillas son espectaculares. Ayer Marta, la amable deportista-dependienta de la nueva tienda del barrio, TRILIFE para más señas, me las enseñó en el catálogo de Asics. Corro pensando en mis cosas, en mi renuncia a correr otro año más la Silvestrada: aunque la sigo defendiendo como la mejor carrera-espectáculo de Madrid, 40.000 me parecen muchos. Otros, en cambio, se quejan y pasan por caja. Y el año próximo, más de lo mismo. Sigo corriendo pensando en mi amigo JAAL, con el que compartí fabada hace unos días en el Restaurante Villa de Avilés mientras nos contábamos nuestras penas y alegrías. La condro no puede con él, es un campeón.  La lluvia no para y cada vez cae con más fuerza. Siento un sisear trás de mí y una voz que se cuela en los auriculares: "Maratón es el deporte de la victoria, maratón es el deporte de la victoria, maratón es el deporte de la victoria". Giro la cabeza y veo a RA que, subido a su bicicleta, me sigue y no para de repetir: " Maratón es el deporte de la victoria, maratón es el deporte de la victoria, maratón es el deporte de la victoria". Acelero e intento despegarme de él, pero el jodío aguanta bien. Llegamos a la cuesta del Paseo del Duque de Fernán Núñez y se pone a mi par, para adelantarme pasados unos metros y cruzar su bicicleta cerrándome el paso. Me detengo y RA me mira a los ojos, repitiendo de forma serena una vez más: "Maratón es el deporte de la victoria". Se sube a su bicicleta y se alela, dejándome pensativo.
Un pitido se mete en mi cabeza, son las 6:30 y suena el despertador, ha sido un sueño.A RA no le conozco en persona, tan sólo a través de su blog RUNNING MADRID, pero me ha enviado sin querer una señal de aviso: me estaba distrayendo en mis entrenos hacia caminos equivocados. Como me repetía insistentemente en mi sueño, Maratón es el deporte de la victoria. Y a eso vamos.