lunes, 25 de julio de 2011

V CARRERA DEL ROCK AND ROLL: DESCENDER A LOS INFIERNOS



Dice la canción de los míticos Barón Rojo "LOS ROCKEROS VAN AL INFIERNO" en una de sus primeras estrofas:
"...si no te portas bien
te echarás pronto a perder
y caerás en el infierno..."

Esto, trasladado a nuestro runero mundo de corredores, es lo que suele pasar cuando te tiras un largo período de tiempo sin entrenar, sea por el motivo que sea. Casi recuperado de mi lesión, y habiendo dedicado 45 excasos minutos la pasada semana en correr por El Retiro para probar que no esistían molestias en el costado, me traslado a San Lorenzo de El Escorial el pasado sábado para enfrentarme junto a algo menos de mil corredores a la mítica cuesta Rompecorazones. Arriesgado, cuando he estado parado 22 días pero el corazón rockero-runninguero me puede. Uno, que ha corrido todas las ediciones de la carrera y conoce el recorrido como la palma de la mano, decide salir a hacer los primeros kilómetros a menos de 5' hasta llegar al principio de la subida y, una vez allí, hacer lo que se pueda, aunque me han recomendado subir esta vez andando para no resentirme del esguince intercostal. Cubro los tres primeros kilómetros en 14'29" y noto una pequeña molestia en el costado, por lo que paro, compruebo que todo está en su sitio y sigo corriendo, afrontando las primeras subidas. Esta vez nos han quitado 320 metros de las rampas más duras, para compensar las cuestas empiezan antes, pero algo más suaves. Subo lo que puedo corriendo, poco la verdad, y empiezo a caminar. Enseguida me presento donde están todos los amigos animando, siempre digo que la sensación que se siente en esta parte de la carrera es la misma que deben sentir los ciclistas en alguna de las míticas subidas: gente agolpada a ambos lados de la calle sin parar de animar y dar alient0, se agradece la verdad.
Final de las subidas, kilómetro 5,800 en 34'49", he penalizado mucho en la cuesta y es la hora de volar hasta meta. Meto quinta y me lanzo cuesta abajo. Algunos corredores novatos en la prueba que ven el ritmo que tomo, me preguntan si quedan más cuestas y como les digo que no, se apuntan a la bajada rápida, haciendo los últimos dos kilómetros en algo menos de 8 minutos. Tiempo final, 42'59". Me voy acercando a los 40 minutos de la segunda edición.
Como siempre, tenemos unas fotos y la clasificación.
La imagen de cabecera la he tomado prestada de Rockinspain.

jueves, 7 de julio de 2011

VIDA NORMAL



Empiezo a sentirme como el pupas de los corredores populares, aquel al que todo le pasa. Tras la carrera de San Juan note un dolor bajo el pectoral derecho al que no di importancia y lo dejé estar. Hasta el miércoles de la pasada semana que acudí a urgencias pues el dolor era muy intenso. Resultado de la exploración médica, esguince intercostal. Me pregunta el médico que si he recibido algún golpe, si he tosido fuerte o algo similar, pero no recuerdo nada de eso. Si hubiese esprintado junto a Jaal en la recta de meta, aún podría decir que me dio un codazo para llegar antes, pero ni eso, no tuvimos fuerzas para tal proeza. Me duele al toser, al respirar profundamente, al sentarme...de correr ni hablamos. Todo esto me lleva a adelantar mi descanso veraniego, que se verá interrumpido si puedo correr la Carrera del Rock&Roll.



Me dicen en la oficina que afortunadamente puedo hacer vida normal, pero no estoy de acuerdo. Mi vida normal está llena de kilómetros, cuestas, series y el sonido de las zapatillas por los caminos del Parque de El Retiro. Espero recuperarla pronto.