
Se acaba el año y San Silvestre nos espera. Poco más de tres días y vuelta al ritual de todos los años. Comida tempranera, seguida de pequeña siesta y al lío, como dice Oscar. A pesar de ser una carrera quasi festiva, es de las que más me atraen del calendario anual por todo lo que la rodea. La puesta en escena, espectacular. Todos recordamos aquella video pantalla marcando la cuenta atrás para la salida, con la música atronadora de fondo. ¿Prescindible todo esto? Quizás, pero no sería lo mismo, es parte del espectáculo. Como lo son los que deciden correrla vestidos de superheroe, Papá Noel, travestidos o incluso disfrazados de autobús en la edición del 2007.

Y parte imprescindible, la llegada a Vallecas. Si la San Silvestre no acabara en el campo del Rayo, no sería lo mismo. Ni por el escenario ni por la gente de Vallecas animando haga frío, llueva o nieve. Este año toca disfrutar y no sufrir. Previsible calentamiento con Oscar y Andrés Quesada (3º en el Campeonato de España de veteranos de 100kms). Compartiré carrera y kilómetros con mi buen amigo José Luis Palacios, campeón de España de 400 en 1990 con 46:44, me ha prometido no apretar, pero seguro que me lleva con la lengua fuera. Espero que se me pegue algo de la clase de todos ellos. La fiesta y la cena están servidas. Pasen y disfruten.