¿¿ISQUIO QUÉ??

Pues va a ser que no, esta no es mi carrera. Lo que se presentaba como un fin de semana casi perfecto para sacarme la espinita del año pasado en Cangas, se torció hasta convertirse en un verdadero suplicio, peor que el del año pasado.

Cinco y media de la tarde, Oscar y yo os unimos a Emilio y comenzamos a calentar. Parece que va a hacer calor, aunque no tanto como el año pasado. Como los amigos del Club de Atletismo Cangas de Onís no quieren que se repita la escabechina del año anterior, reparten gorras y botellas de agua en la salida.

Seis de la tarde, suena el "Asturias, patria querida" y salida. Primer kilómetro en 4'38". "Igual vamos algo rápido", le digo a Oscar. Pero que leches, he tenido toda la semana de descanso y mi alergia parece que se ha quedado en Madrid. El calor aprieta,y seguimos los tres mosqueteros, Emilio, Oscar y yo. Kilómetro 2 en 4'47" "Pues igual sí que vamos algo rápido", me dice Oscar. Venga, bajamos el ritmo. Hacemos el 3 en 4'49" (2 segundos, vaya desaceleración!!). Llegamos al 4 en 4'44". "Ya me empieza a doler" le digo a Oscar, y empiezo a pensar si habrá sido acertado correr hoy. Como veo que ellos van sueltos y que a mi me empiezan a aparecer los viejos dolores en la ingle de Mapoma, les digo que tiren, que yo me quedo. Hago los siguientes kilómetros en 4'50" - 5'04" - 4'52" - 5'05" - 5'05" y 5'28". Cuando llega lo más bonito de la carrera, mi ingle me dice que de qué voy, que ya está bien de hacerla sufrir. Y la zona isquiotibial, solidaria como ella sola, se une a la queja. Y allí voy, al tran-tran camino de Covadonga. Consigo hacer la última parte de la subida trotando, andando, corriendo, no se cómo. Me adelanta Emilio hacia el kilómetro 10 y me cruzo con Oscar y Gonzalín, que ya han comenzado el descenso. En la última rampa, me cruzo con Emilio, que también baja. Corono y comienzo el descenso. Este último kilómetro en un "impresionante" 8'01". Pienso que no puedo repetir el desastre del año anterior, que un año con mala suerte es mucho y decido apretar, a pesar de los dolores. Qué gran error. Mis tiempos en la bajada 4´48" - 4'43" - 4'53" - 5'04" - 5'16". Y en el 17, se acabó. El dolor ya es muy intenso y veo que alargar la agonía es innecesario, demasiado doloroso y muy peligroso, por lo que decido dejar de correr. No puedo ni estirar. La retahíla de corredores que me van adelantando, me animan, así como la gente que hay a los lados de la carretera, se agradece. Pero no puedo, no hago más que cojear. Dudo, si esperar al coche escoba o seguir andando hasta Cangas. Qué cojones, a Cangas no llego en coche ni de coña. Ya por el 18, se me une Andrés, otro corredor de Gijón que también se ha lesionado. Y allí que vamos los 2, charlando hasta la meta, por lo menos me olvidaba del dolor a ratos. Cruzo la meta en 2h20'57" con mucho dolor. Me voy a ver a los fisios de la organización. Me tumbo en la camilla y el diagnóstico, al parecer es claro, contractura en los isquiotibiales de la pierna izquierda. Así que nada amigos, esta semana fisio y a recuperarse, aunque creo que me puedo ir olvidando de correr en unas semanas.

En la foto aparecemos Oscar y yo con un chaval que se empeñó en hacerse una foto con nosotros, Abel Antón creo que se llama. Me suena que ha sido un par de veces campeón del mundo de Maratón y alguna cosa más de la que no me acuerdo. Eso sí, es un tipo muy majete, buena gente y buen soriano.