XI CIVICO-MILITAR CONTRA LA DROGA

Siempre es un placer volver a correr en la Casa de Campo, y si la ocasión hace que me junte con los Runningueros, pues mucho mejor. La Carrera Cívico-Militar contra la droga es una de estas pruebas que siempre describo como familiares, pues a parte de corredores habituales se suelen acercar familias enteras a disfrutar de la mañana, en una carrera gratuita, corta, fácil y muy adecuada para la gente que se está aficionando a esto del correr. Es una de las habituales en el calendario anual Runninguero. Aunque teníamos algunas bajas (Angélica y Martina por enfermedad, Pablo por solidaridad, Toni y César por desgana y Andrés por trabajo), nos presentamos con un ¿buen? equipo, a saber: Oscar, Alfredo, Imanol y el que suscribe.

La mañana está fría, a pesar de ello decido correr con pantalón de competición (no me acostumbro a las mallas) y manga corta. Oscar y yo calentamos durante un rato, Alfredo e Imanol calientan al sol. A menos 10 nos dirigimos a la salida y como algunas veces ocurre, parece que nadie quiere ponerse el primero por no molestar, nos situamos hacia el centro, que no somos galgos. Y a las 10, con puntualidad militar, disparo de salida...andamos, intentamos correr, pero no se puede, ¿de dónde ha salido tanta gente, si hace unos minutos no había nadie delante? Voy con Oscar y tenemos que ir en zig-zag, en algún momento incluso nos subimos a la cera, pues por la carretera es imposible correr hasta el kilómetro 1 aproximadamente, donde termina la única subida de la carrera, a partir de ahí vamos más cómodos. Dejo que Oscar se vaya unos metros por delante, llevándole siempre a la vista, el resto de la carrera es fácil, acabando con estos parciales: 4'59"- 4'21"-4'42" (pinché)-4'37"-4'17" y 4'17", para acabar en 28'17" en un recorrido de 6,270. Bolsa de corredor bastante aceptable con camiseta, agenda, zumo, barita de cereales y bebidas a la llegada.

Un placer haber conocido a Triniti, nos vemos en otra!!